Esther Honegger, de Fannie Bay, Australia se horrorizó cuando se dio cuenta que compartía su dormitorio con 14 pitones diamantinas. "Estaban en todos lados", explicó, "había víboras enroscadas a la cabecera de la cama, a la silla. Pensé que estaba teniendo una pesadilla".
En la desesperación empezó a llamar a sus amigos pero no le creyeron. Llamó entonces a la policía que le pasó el número telefónico de la línea "24 horas serpiente". Una vez que reportó la situación el atrapa-víboras Geoff Brouff se apersonó y atrapó a siete de ellas.
A la mañana siguiente Geoff volvió a recibir el llamado histérico de Esther que estaba lidiando con cinco más. Y a la tarde encontró otras dos.
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