Gheroghe Stirbu de Timisoara intentó renovar su documento pero no se lo permitieron. El motivo: su muerte. Para probar que estaba vivo debió invertir doce meses en acciones legales y mucho dinero.
Lo realmente increíble es que los jueces que renovaron su status de "ser humano vivo" demandaron el pago de 800 dólares por gastos judiciales. El señor Stirbu explicó que "cuando el juez se expidió a mi favor estuve encantado pero luego recibí el shock de que tenía que pagar una fortuna en costas legales".
"Obviamente voy a apelar la decisión porque me estoy empezando a preguntar si no me convenía quedarme muerto", agregó.
Fuente : www.noticiaslocas.com
Tema: LE CONVENÍA QUEDARSE MUERTO 
Miér Ene 14, 2009 10:28 pm